Llegado me han noticias de que en estos vuestros tiempos sois llamados turistas y no viajeros, y ello porque no viajáis por necesidad sino por placer.
Permitídme que me presente: soy Jaume de Garrigans, servidor de la Milites Templi Salomonis, años ha, como escribano del maestre Ramón de Saguàrdia en la casa de Miravet, antes de los oscuros hechos que la llevaren a su fin... Tan oscuros como los que me mantienen recluso en el tiempo sin que mi alma alcance la paz que el Señor tiene reservada para los justos.
Pero ahora me es sabido que, como vos, crece entre los gentiles y los ilustrados un ferviente deseo por conocer todo cuanto de verdad y mito pudo haber en nuestra orden, la de los Pobres Caballeros de Cristo. Pero la verdad viene mezclada con el error de este mundo y distorsionada por cuanto ha acontecido a lo largo de los tiempos...
Dejadme que os guíe, pues, en vuestra búsqueda por la historia y en vuestro caminar por los senderos que os acercarán al legado que de nuestros actos y obras ha sobrevivido al pasado: