El Cap de la Vila
El pueblo antiguo de Miravet
Miravet es un pueblo que enamora a primera vista. El agua del río que corre tranquila llena de vida, invita a la contemplación. Respira calma, paz y silencio… un paraíso.
El Cap de la Vila o pueblo viejo tiene un encanto especial, pintoresco, casi operístico. Como si hubiera sido creado expresamente por su composición escenográfica: el castillo, las casas colgadas y la Iglesia Vieja, el molino, el astillero y el palacio, la roca roja, el bosque de ribera, las montañas de fondo… y el río Ebro!
Miravet mantiene su tipismo original. Sorprende la tranquilidad que se respira, la autenticidad y cercanía de sus gentes. Atraviese el río por el Paso de Barca o acérquese a un taller de alfarería para vivir la experiencia.
Miravet te quiere
porque eres un viajero cuidadoso, cívico y responsable
amante de la naturaleza y la cultura!
Castillo templario
El edificio militar monumental,
patrimonio cultural.
Fortaleza románica imponente, obra maestra de los templarios en Cataluña.
Iglesia Vieja
El edificio religioso más relevante
y espacio cultural.
Templo renacentista, obra de los caballeros de la orden del Hospital. Centro expositivo.
Palau de Miravet
El edificio civil más destacado
y alojamiento singular.
Casa Singular modernista, casal de huéspedes y centro de arte Joaquim Mir.
Itinerario por el pueblo hasta el castillo
Dejar el coche en el parquin y seguir el itinerario a pie por el conjunto histórico del Cap de la Vila hasta el castillo es toda una experiencia, mejor aún en una visita guiada.
Descubrirá sus rincones, monumentos y unas magníficas vistas sobre el río y el paisaje.
Plano del Cap de la Vila de Miravet (pueblo antiguo)
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Escudo heráldico del Comendador
Pedro Ramón Sacosta (s. XV) - Astillero medieval (s. XII)
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Palacio del Comendador (s. XV-XIX)
Centro de arte Joaquim Mir
Molino y fuente de San Sebastián
Impactos de metralla en la fachada
(marca riada de 1907) - Molino; cumbre Estatuto (2004)
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Escudo heráldico del Comendador
Pedro Ramón Sacosta (s. XV) - Astillero medieval (s. XII)
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Palacio del Comendador (s. XV-XIX)
Centro de arte Joaquim Mir
Molino y fuente de San Sebastián
Impactos de metralla en la fachada
(marca riada de 1907) - Molino; cumbre Estatuto (2004)
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Portal del Mocho y acantilado
(marca riada 1787) - Área devastada (Batalla del Ebro)
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Aljama, abadía y antiguo ayuntamiento
Calle del Banco (barrio judío)
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Portal del Mocho y acantilado
(marca riada 1787) - Área devastada (Batalla del Ebro)
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Aljama, abadía y antiguo ayuntamiento
Calle del Banco (barrio judío) - Iglesia Vieja (s. XVI-XVII)
- Mirador de la Sanaqueta
- Casas colgantes
- Iglesia Vieja (s. XVI-XVII)
- Mirador de la Sanaqueta
- Casas colgantes
- Muralla (s. XIX) y riscos
- Costa de Riago y poesía de Roc Llop
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Ruta de las Trincheras
Restos arqueológicos - GR99 Camino del Ebro
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Meandro del Tamarigar
Espacio natural protegido - Plano del castillo
- Muralla (s. XIX) y riscos
- Costa de Riago y poesía de Roc Llop
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Ruta de las Trincheras
Restos arqueológicos - GR99 Camino del Ebro
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Meandro del Tamarigar
Espacio natural protegido - Plano del castillo
Un pueblo monumental
Llegar, dejar el coche en el parquin y acercarse al embarcadero para disfrutar de la vista panorámica de todo el conjunto histórico y el magnífico paisaje es, sin duda lo mejor que podemos hacer antes de aventurarnos por el pueblo antiguo de Miravet.
Destacan tres monumentos declarado Bien de Interés Cultural: el castillo (como edificio militar), la iglesia (edificio religioso) y el palacio (edificio civil). Pero también otros como el astillero fluvial, el molino, la abadía, la aljama, las casas colgadas, la atalaya, la muralla de las Ferreries y la Costa de Riago. Y todo su urbanismo sigue una calle principal que lo atraviesa y vertebra con callejuelas que se bifurcan por entre los restos arqueológicos de las casas desaparecidas a consecuencia de la Batalla del Ebro de 1938 (área devastada).
Miravet, como todos los pueblos del Ebro, han estado siempre a merced de las riadas. Encontrará las marcas de las riadas catastróficas de 1907 y 1787 en el palacio y en el portal del Motxo. También la roca roja que desmenuzó el temporal Gloria en el 2020, toda enmallada y amenazadora sobre el molino, donde se celebró la Cumbre del Estatut en el 2004.
El palacio del comendador y maestre de la orden del Hospital, ha sido restaurado como casal de huéspedes y centro de arte en honor al gran pintor modernista Joaquim Mir, quien descubrió Miravet en 1929.
La Iglesia Vieja, hoy sin culto, se utiliza como centro cultural. Detrás conserva la sede de la aljama morisca (al-Yami, mezquita mayor) y frente a Sanaqueta (Samah Katah, la escuela de la sabiduría de Dios para los judíos, madrasa por las musulmanes).
Un nombre con historia
El Cap de la Vila de Miravet tiene su origen en una pequeña alquería o rábita musulmana situada bajo la protección de la fortaleza de origen islámico que domina la colina.
El nombre le es definido por los murabittin: Murābit, quienes dominaron el territorio desde 1098 hasta la conquista del lugar por los templarios en 1153. Un Murābit era un lugar sagrado donde se construía un ribat o castillo consagrado a la defensa de la yihad y donde se entierran los mártires de Alá. Era de obligada visita por los fieles una visita al año y se convierte en un lugar de peregrinación, que se mantiene bajo el dominio templario. Posteriormente, el Ebro se convertirá en una ruta más del camino de Santiago hasta Logroño.
Los murabittin llegaron al Ebro para defender la frontera de las taifas de Tortosa y Lléida. Se les pedía su servicio de lucha cuando un rey cristiano atacaba a una tierra que pertenecía a los musulmanes. Tenían un modo de lucha a caballo desconocido entonces por los cristianos y costaba mucho combatir contra ellos. Además de su firme convicción de lucha santa donde la muerte se consideraba ganarse la vida eterna en el paraíso.
Los almorávides creían que al-Ándalus los musulmanes vivían demasiado bien, desvirtuando los principios islámicos (alcázares, kasbas, alfajerías y palacios, y el afán de festejar). Algo parecido a lo que los cistercienses y franciscanos pensaban de los reyes cristianos, la nobleza y el mismo clero, pregonando la austeridad y la pobreza.
Tanto unos como otros eran de la opinión de que el lujo te aleja de la verdadera misión de un fiel, adorar a su manantial, difundir su credo y respetar su Creación.
Aventúrate en la historia
de aquellos que dejaron su huella
Vive un viaje al pasado
de un pueblo de navegantes, alfareros y moriscos, devastado por la Batalla del Ebro
Visita guiada
La visita guiada Miravet Experience le llevará a descubrir la historia del Cap de la Vila e interpretar el patrimonio de la mano de profesionales con pasión y experiencia.
Una visita privada y personalizada al conjunto histórico del Cap de la Vila, incluido el castillo, la Iglesia Vieja y el Palacio del Comanador con una cata de vino al terminar en el centro de arte Joaquim Mir.
691 561 868
Vicens Ayan (guía oficial)
Había una vez
un pueblo de alfareros y navegantes
que trajinaban con botijos y tinajas…
Citas con la historia
La historia de Miravet está vinculada al río Ebro desde siempre. El río ha marcado la vida y acontecimientos de este pequeño y tranquilo pueblo, que ha visto pasar fenicios, griegos, cartagineses, romanos, musulmanes, judíos y cristianos, templarios y hospitalarios, guerras, batallas y riadas.
Joaquim Mir
El gran pintor impresionista del modernismo catalán, Joaquim Mir, visitó Miravet en 1929 y le dedicó una de las campañas más productivas con 38 telas que vendió con éxito.
La imagen pictórica del conjunto del Cap de la Vila y su tipismo estraordinario le atrajo de tal modo que grabó una filmación inédita donde se puede apreciar cómo era la vida cotidiana en el pueblo y la navegación fluvial en la época.
La imagen pictórica del conjunto del Cap de la Vila y su tipismo estraordinario le atrajo de tal modo que grabó una filmación inédita donde se puede apreciar cómo era la vida cotidiana en el pueblo y la navegación fluvial en la época.